Se ganaron un lugar destacado en los espacios de mayor tradición tanto en ciudades como en pueblos. En el marco del Día del Patrimonio Natural y Cultural argentino, te contamos más sobre el rol fundamental de los adoquines de hormigón en la conservación de los espacios públicos.
La iniciativa de reservar una fecha del calendario para preservar el patrimonio cultural y natural que tenemos como país -y que se conmemora el 8 de octubre-, nació en el año 1990, a partir de un decreto del Poder Ejecutivo. ¿El objetivo? “Atesorar, guardar, custodiar y cuidar los elementos, tradiciones o paisajes que forman parte de la cultura y la identidad de un pueblo”, según dice el sitio oficial de Cultura de la Nación.
En los proyectos de revalorización de espacios públicos los adoquines de hormigón se han ganado un merecido lugar como guardianes de los sitios con mayor tradición de ciudades y pueblos. La combinación entre funcionalidad y aporte de valor estético los convierten en la elección ideal para el cubrimiento de superficies de alto tránsito.
De parques, plazas, senderos y adoquines
Las plazas y parques son lugares de encuentro y disfrute para los ciudadanos. Son además espacios con mucho sentido cívico de las urbes, derivado de la traza tradicional colonial que ubicaba el Cabildo y la Iglesia a sus alrededores y que con la Modernidad incorporó instituciones como la Municipalidad, la escuela, el banco y otros sitios de importancia cultural.
En los últimos tiempos, las obras de recuperación y mantenimiento de muchos de estos espacios han integrado pavimento intertrabado como parte de su proyecto de remodelación.
Ese fue el caso de la Plaza San Martín en el centro de la ciudad de Trenque Lauquen, al noroeste de la Provincia de Buenos Aires. En febrero de este año se inauguró la obra completa de remodelación que incluyó el recambio íntegro del piso del perímetro con adoquines de hormigón y los detalles de las esquinas, de las rampas peatonales y semáforos.
foto “Plaza San Martín Trenque Lauquen” – Municipalidad de Trenque Lauquen
Para el diseño de diagonales y el camino principal de la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores, se utilizó un hormigón intertrabado en colores rojizo y negro. El uso combinado dió el toque de distinción y creatividad al paisaje. Otro ejemplo relevante lo encontramos en la plaza homónima, en el barrio porteño de Retiro, donde se incorporó pavimento intertrabado hace ya algo más de una década.
Se trató en una obra de remodelación destacada en la Ciudad de Buenos Aires en la que se optó por el patrón de colocación “espina de pescado”, uno de los más utilizados en calles por resistir el desplazamiento relativo tanto en sentido longitudinal como transversal.
Foto por Ariel García – arielgarcia.com.ar
Y por supuesto, no podemos dejar de destacar el trabajo realizado sobre la acera del Teatro Colón y en la superficie perimetral de Plaza Lavalle, íconos del Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de Alberti, se avanza en un proyecto próximo a realizarse para la recuperación del eje cívico de la ciudad que comprende el Palacio Municipal y la Plaza General Arias. El plan de restauración se concentra en las obras del reconocido arquitecto Francisco Salamone, autor de emblemáticos edificios de la provincia como los destinados a las municipalidades de Carhué y Coronel Pringles, destacados exponentes del estilo art decó y futurismo italiano que eran sello del artista.
Cinco puntos de exposición que se ejecutarán en la obra de Alberti, serán realizados en pavimento intertrabado de adoquines de hormigón con bancos y cestos ubicados en el perímetro de la laguna y unidos a su vez por un sendero peatonal realizado del mismo material dando toda la vuelta a la laguna.
Estos son solo algunos ejemplos sobre cómo, cada vez más, el pavimento intertrabado se escoge como componente esencial a la hora de planificar la puesta en valor de los espacios tradicionales de circulación y encuentro para vecinos y vecinas de las ciudades.