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Desde hace algunos años, muchas empresas empezaron a involucrarse cada vez más con el entorno en donde trabajan, tanto a nivel medioambiental como social. El impacto positivo en la comunidad es solo uno de los beneficios que genera la Responsabilidad Social Empresaria (RSE), que pareciera haber llegado para quedarse y transformar el espíritu de las empresas. 

Una de las acciones más interesantes dentro de RSE -ya que existen muchísimas ligadas a los diferentes ámbitos en los que se involucran las compañías- es el aprovechamiento del material recuperado de fábrica, también conocido como scrap industrial. La traducción de la palabra inglesa “scrap” es residuo y se refiere a todos los desechos derivados del proceso industrial. 

La responsabilidad de las empresas en la reducción de basura es sumamente importante y tiene que ver con un cambio de paradigma global que desde hace varios años se está instalando en todo el mundo, en especial en los países europeos. Deshacerse de los residuos industriales cumpliendo con las normativas existentes en materia de preservación del medioambiente es el desafío que todas las empresas tienen hoy con el cuidado ambiental. Según un estudio publicado por DBK en España el último año aumentó un 1,8% el volumen de residuos reciclados (se espera que continúe creciendo a un ritmo de 1,5% anual) y ya hay cerca de 350 empresas que gestionan 400 plantas de reciclaje en dicho país, con un volumen de negocio total de 3.500 millones de euros. 

Mundo del concreto

A nivel global, la cantidad de concreto usado en construcciones doblega la cantidad del resto de materiales utilizados, incluyendo madera, acero, plástico, y aluminio. Se estima que, en el mundo, se fabrican alrededor de 25 billones de toneladas de concreto cada año. Esto representa más de 1.7 billones de cargas de camiones anuales, o cerca de 6.4 millones de cargas diarias, o más de 3.8 toneladas por persona en el mundo.

Por su parte, Estados Unidos produce cerca de 325 millones de toneladas de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y Japón unos 77 millones. Dado que China e India están produciendo y consumiendo más del 50% del concreto en el mundo, su generación de desechos también será significativa a medida que su desarrollo avance. 

Aunque el concreto es un material relativamente inofensivo para el medio ambiente las iniciativas para recuperar este recurso y minimizar la generación de desechos sí tiene un impacto significativo en la disminución de la huella de carbono. De hecho, los esquemas de construcción verde reconocen la recuperación de RCD y apoyan la utilización de materiales reciclados incluyendo concreto reutilizado. En este sentido, la recuperación presenta dos ventajas principales: (1) reduce el uso de nuevos agregados vírgenes y los costos ambientales de explotación, transporte y asociados, y (2) disminuye el desecho innecesario de materiales valiosos que pueden ser reutilizados. 

Material en números: 

El reciclaje de concreto reduce la explotación de recursos naturales y los costos asociados de transporte; así como el desecho de este material en vertederos de basura.  Con este objetivo, en el mundo desarrollado ya existen numerosas instalaciones de recuperación en muchos sitios de producción. En Europa, por ejemplo, de las 1,300 millones de toneladas de desechos generadas cada año, el 40%  -o para ser más exactos, 510 millones de toneladas-, corresponden a RCD.

Muchos países tienen esquemas de reciclaje para RCD y se alcanzan altos niveles de recuperación en Holanda, Japón, Bélgica y Alemania. En otros, en cambio, el concreto de desecho usualmente se destina a vertederos municipales. 

El producto recuperado a partir de RCD puede ser triturado y utilizado como agregado. Su uso más común es como subbase vial. También puede ser reutilizado como concreto nuevo.  Las devoluciones de este material, ya sea en estado fresco, húmedo o devuelto a la planta de premezclado como exceso, también pueden ser recicladas exitosamente.

Construyendo comunidad

Desde Concretus, realizamos diferentes acciones con el scrap recuperado de nuestra fábrica. Mensualmente donamos más de 35.000 kg de material recuperado de producción a la comunidad de vecinos de Villa Rosa, con el fin de mejorar la entrada de sus casas y calles. Sabemos que cada acción responsable impacta de forma positiva en nuestro planeta. Por eso, trabajamos todos los días con esfuerzo y dedicación comprometidos con nuestros clientes, con nuestro equipo y nuestra comunidad.

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